DE NUEVO EN KECIL

Ya ha llegado Kepa y ahora estamos Mikel, él y yo.
Tras pasar un día en Bangkok para que descansase, adaptase... cogimos un avión a una ciudad del sur, de ahí fuimos en minivan durante 4 horas a la frontera de Malaysia. El viaje en minivan fue apretado y caluroso. Según bajas al sur el ambiente va cambiando: musulmanes sobre todo, gente más seria y menos sonriente y sobre todo muchísimos puestos de control policial porque hay bastantes líos con la guerrilla local que lucha por la anexión de la provincia sur de Tailandia a un estado musulmán.
Dejamos la minivan en la frontera y cruzamos andando una frontera sin turistas, con poca información y la verdad es que un poco extraña.
Tras 15 minutos de espera un autobús de línea nos llevó a Kota Bharu, una ciudad del nordeste malayo donde dormimos y desde donde cogimos un taxi que nos llevó al puerto desde el que salen las motoras que nos han traído al archipiélago de las Perenthians, unas mini islas con aguas azul turquesa, unos pocos chiringuitos y cabañitas para dormir.
Hace 6 años estuve aquí con Peluso y Joseba y la verdad es que tenía muchas ganas de volver porque este es un sitio alucinante.
Yo estoy haciendo el Advanced, un paso más en el buceo. Llevo ya dos inmersiones y estoy flipando. Esto es la ostia. Mikel ya ha hecho tres y Kepa que al principio no lo tenía muy claro está todo enganchado y su monitora le ha confesado que todo el tiempo que lleva dando clases nunca había tenido un alumno tan excitado, divertido y plasta.
Peluso: me acuerdo un huevo de ti y cuando estuvimos en este paraíso. Espero volver contigo alguna vez.
Por lo demás todo de puta madre, la salud perfecta, los colegas mejor y las sensaciones imborrables.
Ayyyy, qué bien!