A la mañana hemos metido a Durga, Willy y Perú en Txalon, un prado distinto para que cuando llegasen éstos no hubiese un conflicto entre dos manadas nuevas ya que suele pasar que se ponen a correr unos y otros pero los nuevos y jóvenes todavía no conocen los límites del prado y pueden hacerse daño con los alambres, estacas... o llevarse por delante el pastor eléctrico y escaparse. Eduardo ha cogido a Tximista y yo a Petra, Bambú mucho más nerviosa ha ido suelta junto al grupo.
Hemos contado también con la inestimable ayuda de Sagrario, Aimar, Sara, Ereide y Maite que formaban el retén trasero para evitar posibles fugas y huídas de vuelta a la cuadra.
Tras un rato de indecisión han comenzado a correr y a reconocer los límites de Karatia. En las carreras en cabeza casi siempre iban Tximista o Bambú seguidas de muy cerca por Petra en un más que meritorio tercer puesto.
Después aprovechando
un rato de sol nos hemos
tomado un merecido descanso con un té.
Más tarde hemos llevado en la furgoneta un futbolín para la sociedad del pueblo. Aimar, Ereide, Sara y Maite han ido en la parte trasera con el portón abierto y ha sido toda una aventurilla.
Ayer avanzamos con la chimenea, hoy con otras cosas de también mucha importancia.
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