Lecturas

Hace ya un par de años que se nos fue Mikel. Al principio, el golpe fue duro. Hoy, ya se sabe, con el paso del tiempo, poco a poco, el dolor va cediendo su espacio al recuerdo. Y el recuerdo no es tan doloroso, pues nos acordamos más de los momentos vividos con el, y no tanto del zarpazo que supuso su patida. La vida sigue. Es como la primavera, que por muy duro que haya sido el invierno, siempre llega con su frescor, con el renacer de todas las vidas.

Mikel se nos fue, pero otro Mikel nos ha venido. Eso sí, es bastante más pequeño que el anterior..., pero tiempo al tiempo. El pequeño no ha aprendido a ser tan ganso como su predecesor, pero todo se andará. De momento, se ha convertido en un capacico en donde hemos comenzado a poner todos los cariños que se nos quedaros desparramados hace un par de años por falta de un Mikel en donde ponerlos. Esperamos que este calor le sirva para pasar este crudo invierno y entrar en primavera como una moto. ¡Ah!, y por si fuera poco, nuevos Mikel, con otros nombres, están pidiendo la vez para llenar nuestras vidas de vida.

Otra nueva entre nosotr@s, la burra Petra, está ya preparándose, haciendo ejercicios de musculación, para poder atender a tanta chiquillería. ¡No sabe la que le espera! Tendremos que buscar algún psicólogo para prepararla mentalmente a hacer frente a lo que se le avecina. Esto va a ser un caos.

Por todo eso nos hemos juntado hoy aquí toda la peña que conformamos las amistades y la familia de Mikel, (nos falta Patxi y eso se nota mucho y esperemos que sea por poco tiempo más!) para decir que su partida no fue para nosotros un punto final de nada, sino tan solo un puto y seguido. Queremos seguir teniendo muy presente a Mikel en nuestra memoria para levantar sobre sus recuerdos el mañana que ya es hoy, la primavera que ya asoma.

Mikel, gogoan zaitugu!
Gora Mikel ta Mikeliko guztiak!
Gora Mikel ta Petra astemea!